Jane Eyre

Al quedar huérfana, una pequeña llamada Jane Eyre es adoptada por la familia Reed. Cuando su tío, Mr. Reed muere, queda al cuidado de su esposa, Mrs. Reed. La convivencia con dicha familia no era muy grata para ella, ya que sus primos constantemente la maltrataban y la culpaban sin razón. Jane, al ser una niña que rara vez se quedaba callada, provocaba que su tía la encerrara como castigo a su rebeldía. Como consecuencia de esa tensa relación, Mrs. Reed decide mandarla a la escuela Lowood

Durante su estancia en Lowood, Jane se ve intimidada por el ambiente hostil que maneja la institución, en donde las alumnas carecen de libertad de expresión. Conforme pasa el tiempo, hace una amiga que le ayuda a dejar atrás ese resentimiento que guarda desde hace años y le enseña a ver la vida con mayor gratitud. Años más tarde, Jane, decide buscar trabajo como institutriz en Thornfield, en donde conoce a Mrs. Farfax y a Adéle, una niña francesa que queda a su cargo. 

Cuando nuestra protagonista se encuentra con el dueño de Thornfield, Mr. Rochester, se ve cautivada por su misteriosa personalidad. Sin embargo, Jane ignora que dentro de Thornfield Hall se esconde un secreto que pondrá en duda si Edward Rochester es en realidad un buen hombre.

Jane Eyre es uno de los clásicos más memorables de todos los tiempos, en donde vemos a un personaje femenino completamente independiente que decide ganarse la vida trabajando. Al principio, se muestra como una niña con mucho rencor hacia su familia y hacia la vida; conforme va creciendo y va teniendo otras experiencias, se va ablandando y abriendo a otras oportunidades. Esta novela de amor, precursora del feminismo, fue una obra totalmente revolucionaria al momento de su publicación. 

Un personaje que me encantó y se convirtió en mi favorita a pesar de su corta aparición, fue Helen. Considero que es el personaje más conmovedor de todo el libro. Sus diálogos me parecieron muy bellos y sin duda, todos necesitamos una persona como ella cuando hemos perdido fe en la humanidad.

Me parece fascinante lo que hizo Charlotte Brontë con esta obra, porque independientemente de que dio vida a la escritura femenina, empoderó a través de la novela a la mujer en el Siglo XIX. Gracias a Jane Eyre, hoy podemos disfrutar de un sinnúmero de personajes femeninos que demuestran valor, coraje e independencia. Por lo que la mujer escritora contemporánea, debe agradecer a esta autora por haber tenido el valor de publicar sus obras bajo pseudónimo (hablo un poco más de esto en mi entrada titulada "Biografía de las hermanas Brontë). Es un clásico imprescindible que se debe leer sí o sí. 

«Lo que pienso es realizable: no hace falta más sino que mi imaginación descubra los medios de conseguirlo».



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