Hace unos días tuve la oportunidad de leer La ridícula idea de no volver a verte, una novela escrita por la periodista y escritora española Rosa Montero, en la se detalla la vida de Maria Salomea Skłodowska Curie, científica polaca y ganadora de dos premios Nobel por el descubrimiento de dos elementos de la tabla periódica.
Marie era una mujer apasionada por la ciencia. Junto con su esposo Pierre Curie, descubrió el Polonio y el Radio, elementos cuya radiactividad era mucho mayor a la del Uranio. Gracias a este descubrimiento, surgió la Radioterapia, tratamiento basado en el empleo de radiaciones ionizantes que hoy en día se ocupa para tratar el cáncer.
"Desde el comienzo de los Nobel hasta el año 2011 se han llevado el premio 786 hombres por sólo 44 mujeres (poco más del seis por ciento), y además la inmensa mayoría de ellas fueron de la Paz y de Literatura. Sólo hay cuatro laureadas en Química y dos en Física (incluyendo el doblete de Curie, que levanta mucho el porcentaje)", escribe la autora.
En 1906 Pierre fue atropellado por un coche tirado por un caballo, suceso que dejó destrozadas a Marie y a sus dos hijas. Sin embargo, eso no impidió que siguiera con sus investigaciones en el Radium Institute, en donde entrenó a físicos de todo el mundo.
Marie era una mujer de ciencia en un mundo de hombres. Recibió incontables criticas y comentarios que la menospreciaban por ser mujer; incluso sus colegas trataron de desprestigiarla tras la muerte de Pierre minimizando sus logros y apostando a que no sería capaz de continuar con su trabajo estando sola.
Algo que me dejo muy impactada fue descubrir que casi se le niega el premio Nobel de la Química en 1911 por rumores de que sostenía una relación con un hombre casado: Paul Langevin, físico y ex alumno de Pierre que colaboraba con los Curie. A pesar de que se le sugirió no asistir a la ceremonia de premiación en Estocolmo, Marie supo expresar su decisión contestando lo siguiente: "El premio me lo dieron por el descubrimiento del radio y el polonio. Creo que no hay ninguna conexión entre mi trabajo científico y los hechos de mi vida privada."
Su postura y firmeza ante la situación merece aplausos de pie. ¡Qué mujer! Creo firmemente que cuando vives para complacer a los demás, realmente no estás viviendo. Marie, a pesar de ser constantemente atacada, nunca cedió. Se mantuvo fuerte ante las adversidades que la vida le puso en su camino. Sin lugar a dudas, las personas como ella son afortunadas. Afortunadas por vivir y morir haciendo lo que aman.
Su historia me dejó una gran lección. Así que cuando la muerte venga por mí, Samantha, me aseguraré de que me encuentre haciendo lo que amo.
«La vida no es fácil para ninguno de nosotros. Debemos tener perseverancia y, sobre todo, confianza en nosotros mismos. Debemos creer que estamos dotados para algo y que esto debe ser alcanzado».
-Marie Curie
Dice Joaquín Sabina: "Que el fin del mundo te pille bailando"
ResponderBorrarSiempre defiende lo que te apasiona, de quien sea y contra lo que sea.
Muy buena reseña y reflexión, sin duda, Marie es de las mujeres que sentaron precedentes y pasó a la inmortalidad.
Sólo... Creo que, el carruaje debió dejar más destrozado a Pierre que a Marie ��
Felicidades, también sigue publicando ��