Lowen Ashleigh es una escritora que por problemas financieros, acepta una propuesta que cambiará el rumbo de su vida. Jeremy Crawford, esposo de una autora bestseller, conocida como Verity Crawford, la contrata para terminar de escribir una serie de libros que no pudo terminar a causa de un accidente que la dejó estado vegetativo.
Cuando Lowen llega a la mansión de los Crawford, encuentra una autobiografía con anotaciones muy personales de la autora que al principio parecen común y corrientes, pero que albergan terribles experiencias del antes y después de la muerte de sus hijas.
Lowen decide mantener este manuscrito oculto de Jeremy. Sabiendo que su contenido puede resultar devastador para él. Al pasar más tiempo escribiendo en la mansión de los Crawford, los sentimientos de Lowen por Jeremy se intensifican. Ella es consciente de que sin importar lo devoto que es a su esposa discapacitada, la verdad podría hacer que la dejara a su suerte.
Verity es una novela llena de suspenso que te hará cuestionarte de lo que es capaz una mujer por amor. Un libro que te mantendrá intrigada(o) hasta el final.
Verity es un personaje muy perturbador. Demasiado inclinada a los detalles. Dentro de su narración, era imposible no enamorarse de Jeremy y de la relación que mantenían. Sin embargo, ésta se va volviendo más obsesiva y perturbadora.
Siendo honesta, es una novela llena de red flags. Me gustó la ejecución, y aunque hubieron detalles bastante predecibles, el final me dejó sin palabras. Debo confesar que no soy fan de los finales abiertos y eso le restó puntos a la historia, pero verdaderamente no lo vi venir. Es de esos finales predecibles que tienen su toque impredecible.
Fue un libro que me mantuvo intrigada gran parte del tiempo y me parece que podría entrar en mi top 5 de mejores libros que ha escrito Colleen. A parte de que considero que fue bueno que se arriesgara a escribir un thriller, tomando en cuenta que su comfort genre es el romance.
«Los escritores no deberían tener la audacia de escribir de sí mismos, a menos que estuviesen dispuestos a separar cada capa de protección entre su alma y el libro. Las palabras deberían salir directamente del centro de su intestino, desgarrando la carne y los huesos hasta liberarlas».