El viejo es un pescador de edad adulta cuya suerte se ha esfumado y no es capaz de pescar un solo pez. Con apoyo del muchacho Manolín, el viejo enfrentará un gran desafío, una batalla sin tregua con un gigantesco pez en las aguas del golfo.
El viejo y el mar es una historia brillante que con su magnífica prosa, deja volar la imaginación y de pronto, uno se encuentra navegando en la inmensidad del océano.
Este libro es un recordatorio de lo hermoso que es el mar cuando lo ves de lejos, pero ya que estás dentro y los olas te revuelcan, te encuentras tan inmerso en su profundidad, te acechan sus misteriosas y peligrosas criaturas marinas, y sientes que no hay escapatoria, de repente vislumbras a lo lejos una luz, una salida. Respiras y dejas que el oxígeno llegue a tus pulmones. Una pizca de esperanza. Y entonces caes en cuenta que el mar es justo como la vida.
Esta narración me trae muchas cosas a la cabeza, pero en especial, pienso en todas las etapas que va pasando el ser humano a lo largo de su vida; sus fracasos, sus éxitos, el viaje que recorre con un propósito, en el que a veces se topa con imprevistos que lo hacen cambiar el rumbo. Pero no de propósito.
Algo que quisiera resaltar de la historia, es que en ese trayecto, en lo no previsto, el protagonista no pierde la fe en Dios. En las buenas y en las malas, nunca perder la esperanza de encontrar eso que tanto anhela el alma. Me quedo con eso.
Es un libro bastante corto pero que recomiendo leer con calma, ya que vale la pena saborear cada frase, cada detalle de esta aventura marina. En realidad, siento que es un libro que tendría que volver a leer para captar todos aquellos simbolismos que lo componen.
Como dato curioso, Ernest Hemingway es considerado uno de los escritores más significativos del siglo XX, obteniendo el premio Pulitzer en 1953 y obteniendo el Nobel de Literatura en 1954.
«El mar es dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente, y esos pájaros que vuelan, picando y cazando con sus tristes vocecillas son demasiado delicados para la mar».